viernes, 13 de junio de 2014

La promesa del teatro

Durante todos estos siglos  de andar por ahí, el teatro, el arte  de la representación o como quiera llamársele,  solo nos prometió que dejaríamos  de ser  lo que somos  para transformarnos sin mayor vergüenza  en animales , fantasmas, dignatarios, subalternos, fuerzas de la naturaleza y hasta en aberraciones  salidas  del delirio  humano . Nos prometió  que  por obra  y magia de una mascara, una tela, un traje,  un sombrero, nos arroparía  el derecho  a subvertir  las normas, ridiculizar a los poderosos, enaltecer a los vencidos, morir y resucitar.

En definitiva, el teatro  solo nos prometió que los lugares, los objetos y personas  de nuestra cotidianidad  se transformarían  en los protagonistas  del mito. En los juguetes necesarios  para el rito. Que la pasaríamos  bien siendo capaces de reír  hasta llorar y que como  en toda celebración la única forma seria aceptar la invitacion.

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